Elisabeth Smart tenía solo 14 años una noche de junio de 2002, cuando comenzó su calvario. Estaba en su cuarto, junto con su hermana, a punto de dormirse cuando de repente sintió un cuchillo en el cuello, seguido de una voz ronca que le decía: “Sal de la cama, ven conmigo o mataré a toda tu familia”. Ese fue el principio de un infierno basado en los abusos, el alcohol y la pornografía.