"Es importante relativizar el discurso ciberpesimista –señala José Manuel Robles, sociólogo experto en la sociedad de la información–. La telefonía móvil y las redes sociales son tecnologías que ayudan a adaptarse a contextos sociales nuevos, como la deslocalización (ya no vivimos donde nacimos, y nuestros seres queridos y amigos no siempre están cerca de nosotros). De ahí que la telefonía móvil se utilice en mayor media para la comunicación rutinaria con las personas a las que no podemos ver tanto como desearíamos".
Este anuncio, creado por la agencia Sra Rushmore, realizado por Gabe Ibáñez y producido por Garlic, puede hacernos pensar. El problema no está en los dispositivos, sino en el uso que hacemos de ellos. Por eso, ¿y si fuéramos capaces de educar a nuestros hijos –y a nosotros mismos– en el uso positivo y altruista del móvil? ¿Y si en vez de utilizarlo para el ocio o el pasatiempo lo utilizáramos para comunicarnos, para aportar vida a quienes queremos?
De Alfonso Méndiz
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