La nadadora medallista de oro por los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y triple plusmarquista mundial de natación, Katie Ledecky, ha revelado uno de sus “secretos” a la hora de competir a la vez que ha resaltado el importante papel que juega la fe en su vida.
En una entrevista concedida al periódico de la arquidiócesis de Washington, Catholic Standard, Ledecky, que obtuvo la medalla áurea a los quince años de edad (fue la participante más joven de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Londres) ha revelado que encomendarse a la Virgen María rezando el Ave María la tranquiliza antes de iniciar cada competición.
La joven nadadora, que obtuvo el primer lugar en los 800 metros libres femeninos en las olimpiadas londinenses (una obra maestra con la que cautivó al mundo), ostenta el récord mundial de los 400, 800 y 1.500 metros libres y el norteamericano de los 500, 1.000 y 1.500 metros libres. En los Juegos de Rio de Janeiro compite en los 200, 400 y 800 metros libres femeninos.
“Rezo una o dos oraciones antes de cualquier carrera. El Ave María es una hermosa oración y descubro que me serena”, revela durante la entrevista.
Esta práctica religiosa no es nueva en la deportista. En 2013, después del campeonato mundial que se llevara a cabo en España, había dicho a la prensa que en la sala de preparación previa a la carrera, en la que se ve a muchos competidores ansiosos y nerviosos, ella había rezado “decenas del Rosario” para desconectar de las presiones, pero sobre todo “para pasar un tiempo conectada con Dios”.
“Estoy en un gran evento de natación con miles de personas observando, es importante para mí tomarme un tiempo para hacerme un espacio para Dios y pensar en Él. Él siempre estará en el centro de mi vida”, confesó entonces.
En una entrevista concedida al periódico de la arquidiócesis de Washington, Catholic Standard, Ledecky, que obtuvo la medalla áurea a los quince años de edad (fue la participante más joven de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Londres) ha revelado que encomendarse a la Virgen María rezando el Ave María la tranquiliza antes de iniciar cada competición.
La joven nadadora, que obtuvo el primer lugar en los 800 metros libres femeninos en las olimpiadas londinenses (una obra maestra con la que cautivó al mundo), ostenta el récord mundial de los 400, 800 y 1.500 metros libres y el norteamericano de los 500, 1.000 y 1.500 metros libres. En los Juegos de Rio de Janeiro compite en los 200, 400 y 800 metros libres femeninos.
Katie Ledecky ante la prensa en la villa olímpica de Río de Janeiro.
“Rezo una o dos oraciones antes de cualquier carrera. El Ave María es una hermosa oración y descubro que me serena”, revela durante la entrevista.
Esta práctica religiosa no es nueva en la deportista. En 2013, después del campeonato mundial que se llevara a cabo en España, había dicho a la prensa que en la sala de preparación previa a la carrera, en la que se ve a muchos competidores ansiosos y nerviosos, ella había rezado “decenas del Rosario” para desconectar de las presiones, pero sobre todo “para pasar un tiempo conectada con Dios”.
“Estoy en un gran evento de natación con miles de personas observando, es importante para mí tomarme un tiempo para hacerme un espacio para Dios y pensar en Él. Él siempre estará en el centro de mi vida”, confesó entonces.