DEJÉ MI VIDA Y ME CONVERTÍ


La actriz pomo, Brittni de la Mora,  dejó sus ganancias en el mundo de las películas para adultos que ascendían a unos US $ 30 mil al  mes, para predicar el evangelio en la iglesia Cornerstone de San Diego.

En esta decisión la acompaña su esposo Richard, ambos de 31 años, con quien predica la palabra de Dios, dejando de lado su exitosa carrera en las películas pornográficas , así como su fastuosa vida de lujos y diversiones.
Años atrás, Brittni, cuyo nombre artístico era Jenna Presley, apareció en más de 300 videos sexuales, sin embargo, explicó que durante ese tiempo ella estaba luchando con sus adicciones.
“Estaba luchando para pagar mi renta porque tenía una adicción a las drogas realmente mala. Gastaría miles y miles de dólares a la semana en drogas, comencé con la cocaína, pero luego, finalmente, estaba luchando contra una adicción a la heroína”, recordó.

En su periodo de inicio como actriz para la industria porno, ganaba unos USD 30.000 al mes, ya que trabajaba todos los días, “tenía un Mercedes del año y cada bolso nuevo de Louis Vuitton, los tacones de Christian Louboutin”, recordó Brittni.
“Me sentí rechazada desde niña y adolescente, en mi hogar había mucho caos, así que empecé a buscar amor y aceptación en los lugares equivocados” señaló.
Cuenta que aquella noche fue la primera vez que asistía a un club de striptease, donde se emborracho y termino bailando en el escenario.
“Cuando mi amigo dijo que iban a ir a un club, fui con ellos y terminé emborrachándome, esa fue mi primera experiencia en un club de striptease. Me pusieron en el escenario esa noche.”

Brittni comenzó a desnudarse para pagar la universidad y fue reclutada por dos productores de pornografía que le dijeron hacían “películas románticas” y que ella estaba destinada a ser una estrella.
“Fui ingenua pero no tanto, sabía que estaban hablando de películas porno.  Me aceptaron  para que fuera representada por una agencia de primer nivel  y cambie para convertirme en una estrella porno de tiempo completo. Abandoné la universidad”, expresó

Dos meses después, Brittni se contagió de una enfermedad venérea  y  fue cuando le comenzó a disgustar el trabajo que estaba haciendo.

Aunado a esto, uno de los directores de las cintas en las que trabajaba, le dijo que estaba gorda y que necesitaba perder peso, en ese tiempo ella pesaba aproximadamente 47 kilos.

“Terminé consumiendo drogas porque había un director que me dijo que estaba gorda y que necesitaba perder peso. Aproximadamente un año antes, me habían dado de alta del hospital por anorexia, así que  eso fue un gran desencadenante para mí”, relató.

Desesperada, preguntó a una modelo particularmente delgada que hacía para permanecer así, a lo que la modelo le contestó que consumiendo cocaína, Brittni la probó y se sintió enganchada al instante.
“Tenía más energía, podía realizar las escenas y ni siquiera pensar en las consecuencias, me estaba dando esta falsa sensación de felicidad, pensé que era feliz mientras lo hacía, pero en el momento en que se iba el efecto de las drogas ya no era feliz, así que tenía que inhalar otra línea”.

Mientras que era considera como una de las mejores estrellas porno del mundo,  sus adicciones y  su estilo de vida la llevaron a enfrentarse con los recurrentes pensamientos suicidas tenía.

Un día supo que necesitaba ayuda sino acabaría por quitarse la vida, así que decidió llamar a su abuela para pedirle que la ayudara. La abuela de Brittni la recogió en Los Ángeles y la llevó con ella a su casa en San Diego.

La ex actriz porno comenzó a ir a la iglesia por consejo de su abuela, empezando así el largo camino para dejar las drogas y comenzar una nueva vida, abandonando la industria del sexo en 2012.

En la iglesia Cornerstone, a la que ella asistía, predicaba el pastor Richard de la Mora, quienes en el transcurso de año se enamoraron, contrayendo nupcias el 2016 y ahora dirigen el ministerio de jóvenes adultos en la misma iglesia.

Brittni también asiste a convenciones sobre pornografía para hablar con los artistas sobre las enseñanzas de la Biblia y trabaja en bienes raíces.

“Ahora soy un agente de bienes raíces y gano tanto como lo hice en la industria del porno y no tengo que quitarme la ropa, así que ahora estoy mucho más feliz”, expresó.

” Vivo la vida sin arrepentimientos. Si nunca hubiera entrado en la industria del porno, no habría podido hacer todas las cosas increíbles que estoy haciendo ahora.”, finalizó la ahora predicadora Brittni de la Mora.